En los Yoga sutras, el maestro Patanjali define las asanas como «sthira sukham asanam», es decir, estables y cómodas a la vez. Durante las posturas de yoga uno debe intentar estar física y mentalmente estable y firme, manteniendo una postura confortable. Sin estos dos componentes, una postura de yoga no es una asana. Nunca deberías sentir dolor en una postura, ni traspasar tus limites.
El maestro de yoga B.K.S lyengar dice: «Cuando la postura no es correcta uno se cansa. Por eso la gente se cansa cuando empieza a aprender yoga». Es recomendable, pues, investigar el cuerpo en cada postura para encontrar el equilibrio que la haga cómoda y estable.
Siempre hay que salir de la zona de confort, a atreverse a explorar nuevas asanas y a profundizar en aquellas que ya se conocen, buscando una mayor intensidad, sin embargo, sin pasar los límites que su cuerpo pueda soportar.
Las sendas del yoga
El yoga es mucho más que posturas. Las sendas o caminos del yoga para alcanzar la liberación y el estado de yoga, entendido como unión, autorrealización o integración son múltiples, pero se habla principalmente de cuatro grandes sendas:
- La vía de la acción (Karma -yoga), nos enseña a estar comprometidos con el mundo, pero renunciando a los frutos de nuestras acciones.
- La senda del control mental (raja-yoga), se enfoca en la meditación, autocontrol y disciplina mental para alcanzar la autorrealización, equilibrio emocional y conexión con la conciencia universal.
- La vía de la sabiduría (jñana-yoga), consiste en estudiar los textos sagrados, meditar en ellos, escuchar las enseñanzas del maestro.
- La senda de la devoción (bhakti-yoga) es la vía del amor devocional, centrada en la entrega y adoración a lo divino para alcanzar la iluminación espiritual. En esta práctica es habitual el canto de mantras.