El yoga es una disciplina de origen hindú que tiene como filosofía la unión física, mental y espiritual. De hecho, su nombre proviene del sanscrito ‘yoga’ que significa unión. Los practicantes de esta disciplina, conocidos como yoguis, no solo la consideran una actividad física, sino también una práctica orientada a la meditación y a conectar el cuerpo, la mente y el alma.
Las ‘asanas’, posturas en castellano, junto con una alimentación saludable, la meditación y unos valores acordes al yoga, ayudan a conseguir la conexión del cuerpo y la mente. Las posturas más populares del yoga son:
- Marjaryasana’ o postura del gato. Consiste en imitar ciertos movimientos de estos felinos.
- ‘Sarvangasana’ o postura de la vela. Mientras se está tumbado hay que subir las piernas totalmente rectas y formar un ángulo de 90 grados entre la cabeza y las piernas elevadas.
- ‘Adho Mukha Svanasana’ o postura del perro hacia abajo. Colocados boca abajo, con los pies y los brazos apoyados, hay que levantar el tronco, formando un triángulo, cuyos vértices serían el trasero, los pies y las manos.
- ‘Urdhva Mukha Svanasana’ o postura del perro hacia arriba. Tumbados boca abajo, con las piernas tocando el suelo, hay que poner los brazos a la altura de la cintura y levantar el tronco.
- ‘Virabhadrasana’ o postura del guerrero. Se realiza de pie con las piernas separadas, una flexionada 90 grados y otra con el pie mirando al frente. Mientras, los brazos deben estar situados por encima de la cabeza juntando las palmas de las manos.
Existen muchas posturas para practicar yoga, con distintos niveles de dificultad: unas requieren más flexibilidad, otras más fuerza, pero con perseverancia y practicando diariamente, todas estas habilidades pueden mejorarse.